Si tenes un horno eléctrico, puede que tengas usar un poco menos de temperatura. Proba con 150°C (300°F)
En lo posible, intenta pesar las cantidades de harina y de cáscara de psyllium. El uso de medidas de volumen, como tazas y cucharadas, puede hacerlas inexactas, por lo que los resultados pueden no ser los esperados.
Usar los huevos a temperatura ambiente y el agua hirviendo hace posible que la masa logre la consistencia deseada
Es importante que te humedezcas las manos para armar los bollitos, si no se te pegará toda la masa en los dedos. Algunas personas prefieren, en vez de humedecer las manos con agua, engrasárselas con aceite de oliva.
Para darles una apariencia diferente y hacerlos crujientes, añade semillas en los bollitos del pan antes de meterlos en el horno: semillas de amapola, de sésamo o escamas de sal y hierbas aromáticas.
Dale sabor al pan con tu condimento favorito, para adaptarlo a cualquier comida con la que lo vayas a servir. Puedes usar ajo en polvo, semillas de comino o incluso una mezcla de especias.
Esta receta es tan versátil que puede utilizarse de muchísimas maneras. Si quieres, puedes hacer pan de molde y cortarlo en rebanadas. Tené en cuenta que en ese caso deberás de cocinarlo un poco más y con una temperatura menor. Prueba hornearlo a 150°C (300°F) y extender el tiempo hasta hora y media.
¿Qué podes hacer con las yemas sobrantes? Flan, mayonesa, distintas cremas.