Pilar Arreseigor

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Todo Sobre la Microbiota

Microbiota Intestinal

Desde que Hipócrates considerara por primera vez al intestino como una fuente vital de salud, se han identificado miles de tipos de microbios intestinales.

  • MICROBIOTA: son células microbianas de bacterias, arqueas, hongos, protistas y virus que colonizan las mucosas y la piel del cuerpo humano.

     

  • MICROBIOMA: es el conjunto de genes de la microbiota

     

  • GLICOBIOMA: es el microbioma en un entorno rico en glycanos (sobretodo en las mucosas del cuerpo)

 
Se ha demostrado que hay muchísimas patologías asociadas a desórdenes en la microbiota intestinal, siendo el origen de muchas enfermedades y desequilibrios de la salud.

Algunos ejemplos son: acné, anorexia nerviosa (por baja diversidad de microorganismos), adicciones, sirrosis hepática en relacion al alcohol, asma y alergias, ateroesclerosis, dermatitis atópica, autismo, vaginosis bacterianas, diarrea, cáncer rectal, fibrosis quística, caries, desnutrición, obesidad, osteoporosis, párkinson, depresión, diabetes tipo 1 y 2.

Como Cuidar Tu Microbiota

  • Opta por alimentos beneficiosos para el intestino: elimina los alimentos altamente procesados, las grasas saturadas, los azúcares añadidos y los edulcorantes artificiales. Los edulcorantes, como la sacarina, la sucralosa, la fructosa, el azúcar y la estevia, producen un efecto adverso en la microbiota. A medida que reduces el consumo de estos alimentos, trata de agregar fuentes de prebióticos (como el ajo y la cebolla) y alimentos fermentados ricos en probióticos, si los toleras bien.
    También es beneficioso incluir alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 que combaten la inflamación, como los pescados grasos, así como los polifenoles, que a menudo se encuentran en frutas y verduras. Los ácidos grasos omega-3 promueven el crecimiento de bacterias que ayudan a disminuir la permeabilidad intestinal, que es un factor de riesgo en cuanto al desarrollo de enfermedades autoinmunes, y los polifenoles pueden aumentar la cantidad de flora intestinal saludable en la microbiota.

  • Minimiza el estrés: existe una conexión bidireccional entre el estrés (físico, emocional y ambiental) y la microbiota intestinal. El estrés crónico puede provocar disbiosis e hiperpermeabilidad intestinal (intestino permeable), lo cual permite que las bacterias fluyan al torrente sanguíneo y esto, posiblemente, causará inflamación y problemas de salud. A su vez, una microbiota intestinal poco saludable y desequilibrada puede desencadenar estrés y afectar el estado de ánimo.
    El estrés afecta a cada persona de manera diferente, por lo tanto, el manejo del mismo es algo bioindividual. Es esencial encontrar la forma de tranquilizarse, ya sea respirando hondo o poniendo una película divertida y reírse a carcajadas.

  • Muévete: el ejercicio aumenta la cantidad y la diversidad de la flora intestinal. También estimula el crecimiento de las bacterias que nos protegen contra las enfermedades gastrointestinales y el cáncer de colon. Mover el cuerpo con regularidad puede generar un impacto positivo en el estado de ánimo, lo que puede llevar a optar por alimentos que contribuyan a la salud de la microbiota intestinal. Una forma fácil de cuidar la microbiota intestinal es mover más el cuerpo de maneras que te hagan sentir bien. Comienza poco a poco; incluso unos pocos minutos de actividad física al día tiene efectos positivos. Sal a dar un paseo corto en bicicleta, juega más en el patio/ jardín o prueba a hacer yoga en silla o algunos estiramientos mientras estás sentado.

  • Limita el uso de antibióticos: tomar antibióticos puede alterar significativamente la cantidad y el tipo de bacterias en la microbiota. Estos cambios pueden provocar diarrea, náuseas y vómitos, inducidos por los antibióticos. Si es necesario tomar antibióticos, habla con tu médico sobre la suplementación de probióticos para reponer la microbiota intestinal. Si bien en muchos casos es beneficioso tomar los probióticos al mismo tiempo que los antibióticos, es aconsejable consultar con tu médico cuáles son las mejores cepas de probióticos y tomarlas por separado al cabo de algunas horas. También puedes favorecer la salud de la microbiota con opciones de alimentos saludables para el intestino, como el yogur con cultivos activos vivos o el chucrut crudo sin pasteurizar.

  • Reduce el consumo de bebidas alcohólicas: el consumo excesivo de alcohol puede provocar disbiosis o un desequilibrio de las bacterias beneficiosas y potencialmente dañinas en la microbiota intestinal. Además, su consumo habitual puede hacer que el revestimiento del intestino se inflame y se vuelva poroso, lo que ocasionaría una serie de problemas de salud. Algunas alternativas a las bebidas alcohólicas, y que no dañan el intestino, incluyen la soda con limón o lima fresca, hierbas, la kombucha y el agua con gas con algún fruto rojo congelado.

  • Adopta una mascota: las investigaciones han demostrado que los bebés expuestos a mascotas domésticas, antes y después del nacimiento, tienen un intestino más saludable y una mayor diversidad microbiana. También tener una mascota en la familia afecta positivamente a otros microbiomas en el cuerpo y tanto los dueños como sus compañeros peludos tienen bacterias intestinales en común. Tener una mascota en el entorno durante el embarazo y en los primeros días de crianza es muy beneficioso.