Nutrirse

Lo que consumes, tanto dentro como fuera del plato, puede llenarte de energía o agotarte. No lo pienses demasiado. En el plato, opta por alimentos lo mas naturales posible y con alto contenido en nutrientes. Fuera del plato, piensa en cómo te hace sentir tu entorno, las interacciones con los demás y los medios de comunicación que usas. A partir de ahí, podrás ir reduciendo de forma gradual todo aquello que te impide sentirte plenamente bien.

Hidratarse

El cuerpo humano se compone en un 60 % de agua y cada una de las células requiere una hidratación adecuada para funcionar de manera óptima. Si bien puede parecer simple, hidratarte puede tener efectos importantes sobre cómo te sientes. Para mantenerte hidratado, consume diariamente agua e infusiones sin cafeína. Prueba en tomarte un vaso de agua cada día al despertarte.

Descansar

No se trata solamente de lo que haces para mejorar tu salud, sino también de lo que no haces. Estar en calma es tan importante como mantenerse activo. Tomarte la libertad de hacer una pausa de 15 minutos a lo largo del día por el bien de tu salud mental y física puede ayudar a renovarte, volver a enfocarte y conectar. Descansar también incluye darle prioridad al sueño, el cual tiene un gran impacto en las funciones del cuerpo. Haz cambios sostenibles en tu rutina de sueño, como acostarte media hora más temprano cada noche.

Moverse

Tanto si ejercitas los músculos y las articulaciones, como si llevas el aire dentro y fuera de tus pulmones de forma consciente, toda actividad que implique movimiento es una de las mejores cosas que puedes implementar para mejorar tu salud. Encuentra pequeñas formas de incorporar movimiento en tu día a día que te hagan sentir bien y que disfrutes, como por ejemplo, salir a dar una vuelta caminando alrededor de la manzana o tomarte tiempo para practicar la respiración con conciencia plena entre reunión y reunión en el trabajo.

Adaptarse

Adaptarte a tus valores, tus propósitos o todo aquello que consideres importante puede tener un gran impacto en tu salud y satisfacción con tu vida. Antes de empezar el día, tómate un momento para hacer una pausa y reflexionar acerca de lo que consideras importante, o intenta estar lo más presente posible mientras realizas tareas sencillas, como lavar los platos.

Conectarse

Las conexiones sólidas y saludables con los demás y contigo mismo son vitales para el bienestar.

Sumergirse

Sumergirse en un entorno natural es fundamental para el bienestar. Pasar tiempo conectando con la naturaleza puede mejorar el humor y disminuir el estrés. Pasar un rato fuera respirando aire fresco, tomar un poco de sol u observar a los pájaros desde la ventana son formas sencillas de estar en contacto con la naturaleza todos los días.